VELOCIDAD DE ESCAPE

2011-07-11

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SONRIE O MUERE, de Bárbara Ehrenreich

Subtitulado "La trampa del pensamiento positivo", es un libro que hacía falta que alguien escribiera.
Frente a tanto gilipollas adepto a chorradas tipo "EL Secreto" según las cuales solamente tienes que desear algo muy fuerte, muy fuerte, para que se cumpla (me estoy imaginando a Anna Torv y a Deborah Ann Woll, ambas con lencería roja, en mi cama, pero no hay manera), tanto coacher caradura estafando a quien se pone a tiro, tanto directivo soplapollas que despide a la mitad de la plantilla y a la otra mitad les regala "¿quién se ha llevado mi queso?", frente a tanto desalmado estúpido e ignorante de las más elementales leyes de la física (ya se sabe que los tontos son más peligrosos que los malvados, pero en esto se juntaron el hambre con las ganas de comer) Ehrenreich desgrana uno a uno todos los sesgos y razonamientos estúpidos de la corriente del pensamiento positivo.

Reparte estopa a diestro y siniestro. No deja títere con cabeza, incluidos Seligman y su psicología positiva, otrora respetabilisimo presidente de la Asociación Psicológica Norteamericana, los programas de telerealidad, los políticos y financieros adeptos a esta tara mental, e incluso los telepredicadores.
Esto último, algo quizás no tan ajeno a nuestra cultura si pensamos en el spot chorra que hace unos meses salía en televisión acerca de que "la crisis la vencemos entre todos".

Con pinceladas históricas acerca del origen de esta distorsión estúpida del pensamiento, sus principales exponentes, como Rhonda Byrne y su "Ley de la atracción" (si, la misma hija de puta que dijo que el tsunami de 2006 sucedió en aquel lugar porque la gente estaba "sintonizada" con la misma vibración negativa que el temblor que lo provocó), Mozilo y otros estafadores que poco a poco han instilado el veneno en nuestra forma occidental de pensar, hasta el punto de que como analiza la autora, gran parte de la crisis financiera que estamos sufriendo, vino provocada por el pensamiento positivo que profesaban los directivos de las grandes empresas y conglomerados financieros que nos condujeron al desastre

Curiosamente, desmontando la idea estúpida de que si deseas algo suficientemente fuerte, Dios mismo se arremangará y pondrá manos a la obra para dártelo, conspirando el universo y las leyes físicas para que se cumplan tus deseos, hemos llegado a la perversa situación de que no nos queda más remedio que reconocer que el universo mental en efecto influye en el medio físico, pero no como los acólitos de esta forma de ¿pensar? propugnan, sino provocando un desastre todavía aún mayor.

Libro de obligada lectura tanto para escépticos militantes como para crédulos recalcitrantes.

Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 6 Comentarios | Enlace