VELOCIDAD DE ESCAPE

2011-05-25

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LA SUSTITUCIÓN DEL PORTÁTIL (1)

El portátil se churrascó. Pese a tenerlo colocado sobre una base de aluminio disipadora con dos ventiladores, un problema eléctrico en algún tramo del circuito de alimentacion dejó fritas tres placas nuevas hasta que los del servicio técnico se dieron cuenta de dónde estaba el fallo.
No conocía este servicio técnico, recientemente abierto en mi barrio, pero baste decir que no vuelvo a aparecer por allí dado que no me da ninguna fiabilidad, no sólo por quemar tres placas base inopinadamente (que digo yo que a la segunda ya se mosquea uno ¿No?) sino por tener el portátil durante más de un mes y devolverme la bolsa de transporte con el mismo aspecto que si la hubiesen utilizado para cenar pizza todos los sábados encima de la misma. Casi la tuve que tirar de asquerosa que estaba.

Me entregan un informe, eso si, muy mono; en papel, con numeritos, gráficas, iconitos y dibujitos, donde se concluye, en el segundo folio, que el  laptop está frito por "algún fallo en el sistema eléctrico" y me recomiendan que me compre uno nuevo para sustituirlo. Me los quedé mirando con cara de "¿para esta mierda de servicio técnico me habéis soplado 50 euros y habéis tenido mes y medio el laptop en la mesa?".
Yo no sé lo que me molestó mas, si tener mes y pico el portátil fuera de casa, la bolsa llena de mierda, o que al final me dijeran algo que ya sabía previo pago de 50 euros. Estaba preparado para liarla parda si se les ocurría sugerir que yo debía abonar las tres placas churruscadas por su inoperancia, pero tuvieron el buen tino de no mencionarlo.

Para aquellas fechas yo ya tenía claro que la obsolescencia programada había convertido la decisión de comprar un laptop en un claro ejercicio de despilfarro antieconómico y estúpido, dado que ninguno de los portátiles que he tenido ha soportado incólume siquiera los dos años preceptivos de garantía. Al que no le falla le batería le falla el lector, o el teclado, o la pantalla, cuando no queda totalmente tostado, como el ultimo. Me salvo de tener mala conciencia por el hecho de que las computadoras son, de una forma o de otra, mi herramienta de trabajo, mi fuente de entretenimiento, y mi afición, todo en uno.

Durante un tiempo sopesé adquirir un Mac book pro, en la creencia de que su durabilidad estuviera en relación directa con su precio, lo que de ser cierto implicaría que haciendo cuentas, tomando como referencia el coste del ultimo laptop debería durarme al menos 6 años. Como evidentemente eso no lo puede garantizar nadie, ni siquiera el mismísimo jobs en persona, descarté el Mac book pro, con la razón añadida de que al menos de laptop a laptop cada dos años tendría al menos la sensación de renovar el equipamiento. A veces he pensado sino será un efecto secundario de la obsolescencia programada el hecho de que si un laptop nos dura, por poner un ejemplo, 5 años, este hecho sea más bien desagradable en lugar de lo contrario, de modo que hay muchas personas que llegado un momento renuevan el equipo pese a que este siga funcionando, consideraciones sobre el rendimiento aparte, porque digo yo que para usar un browser, un procesador de textos y una hoja de cálculo, tampoco hace falta un súper-computador como para la NASA.

En mi caso, como ya sabéis los que me leéis desde hace tiempo, hace años que bajé la televisión al sótano, lo cual no quiere decir que el consumo de contenido audiovisual sea nulo, sino más bien lo contrario, y para ello utilizo el portátil. Veo películas, conciertos y series, con lo cual existe una poderosa razón para adquirir otro. Sin embargo soy algo especial, y quiero portátiles de 15' con teclado numérico a la derecha, y de tipo chiclet, como el del Mac book pro. Cosa no habitual y difícil de encontrar.

Entretanto, el viejo y venerable sobremesa, me sacó de más de un apuro, mientras en el interín sopesaba cada opción. Un viejo Dell con procesador pentium 4, abierto una y otra vez para ampliar RAM, cambiar discos duros, insertar tarjeta gráfica, un frankenstein multiforme ampliado por enésima vez hacía un año con un disco sata de 500 gb, venía al rescate. Si bien es cierto que renqueando, y en ocasiones desesperante por su lentitud, me sirvió bien, y al final, inclinó la balanza hacia su terreno, obligando a la decisión lógica: sustituir el sobremesa con un equipo actualizado. Es mucho mas sencillo abrir un desktop, repararlo, ampliarlo, optimizarlo, y salvo que yo me equivoque mucho, un sobremesa dura más y es más fiable que un portátil.  Así que toca actualizar el sobremesa, al menos por el hecho de que será el equipo que me salvará el culo cuando el portátil me deje vendido, y no podía seguir manteniendo al venerable Dell para tareas con las cuales no podría nunca dejar el pabellón a la altura adecuada.

Los detalles de mi decisión, futura adquisición, y con el nuevo equipo en casa, primeras impresiones serán motivo del siguiente post.
 

Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 5 Comentarios | Enlace