VELOCIDAD DE ESCAPE

2011-01-09

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ARISTOGRACIA OBRERA

Leo en un periódico cualquiera, una recopilación de una serie de intelectuales, supuestamente de izquierdas, que elaboran sus propuestas en una suerte de "brainstorming" progresista tratando de "renovar" las alicaídas alcancías ideológicas de la socialdemogracia hispana.

Todas y cada una de las propuestas son vacuas. Mera palabrería, cháchara sin sentido digna del peor software de generación de discursos aleatorios-posmodernos. Ni una sola de las frases tiene sentido, y si alguna lo tiene, está tan alejada de la realidad que no merece la pena dedicar dos segundos siquiera a su digestión.

Caidos ya todos los velos, dirigidas nuestras mentes por los mass-media, obnubilados por una no-sociedad donde el "salvese quien pueda" es la norma; mientras sorbo mi té y leo el periódico me asalta la idea de que los controladores aéreos tienen razón.

Aristocracia obrera, les llaman. Acumulan vituperios y el odio de toda la sociedad, pero un breve insight esta mañana, inocula una extraña idea en mi cabeza.

Mientras le doy un largo sorbo al té, una pequeña voz me susurra que lo que odiamos a los controladores es lo que echamos en falta en nosotros mismos. Odiamos que otros hayan llevado hasta sus últimas consecuencias su lucha por un sueldo y unas condiciones de trabajo dignas. Odiamos que otros (no nosotros) sean los que se lleven los beneficios, que en nuestro caso se lleva nuestro amado jefe y nuestra amada empresa. Ellos han estado unidos, ellos han hecho valer sus intereses, ellos nos han dado una lección a todos. Y ya se sabe que el listo de la clase concita todos los odios y estimula todas las zancadillas.

Esa pequeña voz me dice que en realidad no odiamos a los controladores, sino que nos odiamos a nosotros mismos, y que ofrecemos al dios de nuestra culpabilidad el sacrificio de todo un grupo de trabajadores que se habían ganado lo que tenían por ellos mismos.

Y nosotros se lo vamos a quitar porque no consentimos que nadie consiga lo que nosotros no hemos sido capaces de conseguir.

Los domingos por la mañana, con un sorbo de té en los labios, mi cabeza hace extraños.

Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 2 Comentarios | Enlace