VELOCIDAD DE ESCAPE
Inicio > Historias > AL FINAL DEL ARCO IRIS, de Vernor Vinge (Libro 1014)
2009-09-06
Vaya por delante que no me gusta nada Vernor Vinge, mejor dicho, su obra. Un fuego sobre el abismo me pareció tan infumable que no la pude terminar, y Un abismo en el cielo creo que no pasé de las 50 primeras páginas (exceptuando los plúmbeos introductorios de Barceló, editor de la colección Nova), en añadidura a esto, no hago más que constatar mi –creo que permanente- hastío con la novela, de suerte que como pueden observar, el 99% de lo que leo es ensayo o divulgación científica.
Además, después de que se premiara con el Hugo una novela de la saga de Harry Potter, había perdido toda confianza en premios semejantes y normalmente huyo de lo que se etiqueta como premiado en tal o cual concurso.
Con esto en mente, tengo que decir que la novela me ha gustado. En ciertos momentos me ha hecho tener unas sensaciones similares a las que tuve con Neal Stephenson y su Era del Diamante o su Snowcrash, ciertamente muy sorpresivo y brillante. Pero solo a ratos.
En general se me hizo un poco larga y el final un poco flojo, pero es algo que normalmente me sucede con toda novela que cae en mis manos últimamente, de lo cual deduzco que es más un problema mio que de las propias obras.
No está mal la novelita, y plantea un futuro cercano, con informática ubicua, redes de alta capacidad por doquier, ropa inteligente, y un mundo virtual superpuesto al real en virtud de unas lentillas que proyectan la información sobre la retina. Algo no muy lejano, pues mucho de lo que se describe está ya inventado en laboratorios avanzados por todo el mundo, tan solo falta su expansión y puesta a disposición del público. Sobre el ancho de banda necesario, poco hay que decir, solamente hay que ver las “maravillas” tecnológicas de que “gozamos” en nuestro mismo país.
Como este futuro cercano se materialice, España va a quedar a la altura de Haití.
Vinge demuestra su conocimiento de la informática y los términos utilizados no chirrían, como cuando algún incompetente hace dos búsquedas en Google y con lo que cree haber comprendido te hace una novela incongruente.
En estos dias, además estoy viendo noticias como esta, sobre lo que denominan realidad aumentada, y sinceramente creo que Vinge no yerra el tiro. Da en el clavo. es una muy plausible predicción. Lógicamente logra su acierto al no irse mucho más allá de un futuro muy cercano.
Mención aparte merece la traducción, de Pedro Jorge Romero, al cual, sinceramente le hubiera hecho falta una buena corrección de estilo posterior, dado que en algunas secciones es claramente incomprensible, pese a no alcanzar los ínfimos niveles de otras traducciones sonrojantes del género. Aquí está simplemente pasable.
De lo mejor que ha dado la Ciencia Ficción en los últimos años, lo cual es algo para alegrarse tanto como para entristecerse.
AL FINAL DEL ARCO IRIS, de Vernor Vinge (Libro 1014)
Vaya por delante que no me gusta nada Vernor Vinge, mejor dicho, su obra. Un fuego sobre el abismo me pareció tan infumable que no la pude terminar, y Un abismo en el cielo creo que no pasé de las 50 primeras páginas (exceptuando los plúmbeos introductorios de Barceló, editor de la colección Nova), en añadidura a esto, no hago más que constatar mi –creo que permanente- hastío con la novela, de suerte que como pueden observar, el 99% de lo que leo es ensayo o divulgación científica.
Además, después de que se premiara con el Hugo una novela de la saga de Harry Potter, había perdido toda confianza en premios semejantes y normalmente huyo de lo que se etiqueta como premiado en tal o cual concurso.
Con esto en mente, tengo que decir que la novela me ha gustado. En ciertos momentos me ha hecho tener unas sensaciones similares a las que tuve con Neal Stephenson y su Era del Diamante o su Snowcrash, ciertamente muy sorpresivo y brillante. Pero solo a ratos.
En general se me hizo un poco larga y el final un poco flojo, pero es algo que normalmente me sucede con toda novela que cae en mis manos últimamente, de lo cual deduzco que es más un problema mio que de las propias obras.
No está mal la novelita, y plantea un futuro cercano, con informática ubicua, redes de alta capacidad por doquier, ropa inteligente, y un mundo virtual superpuesto al real en virtud de unas lentillas que proyectan la información sobre la retina. Algo no muy lejano, pues mucho de lo que se describe está ya inventado en laboratorios avanzados por todo el mundo, tan solo falta su expansión y puesta a disposición del público. Sobre el ancho de banda necesario, poco hay que decir, solamente hay que ver las “maravillas” tecnológicas de que “gozamos” en nuestro mismo país.
Como este futuro cercano se materialice, España va a quedar a la altura de Haití.
Vinge demuestra su conocimiento de la informática y los términos utilizados no chirrían, como cuando algún incompetente hace dos búsquedas en Google y con lo que cree haber comprendido te hace una novela incongruente.
En estos dias, además estoy viendo noticias como esta, sobre lo que denominan realidad aumentada, y sinceramente creo que Vinge no yerra el tiro. Da en el clavo. es una muy plausible predicción. Lógicamente logra su acierto al no irse mucho más allá de un futuro muy cercano.
Mención aparte merece la traducción, de Pedro Jorge Romero, al cual, sinceramente le hubiera hecho falta una buena corrección de estilo posterior, dado que en algunas secciones es claramente incomprensible, pese a no alcanzar los ínfimos niveles de otras traducciones sonrojantes del género. Aquí está simplemente pasable.
De lo mejor que ha dado la Ciencia Ficción en los últimos años, lo cual es algo para alegrarse tanto como para entristecerse.
Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 1 Comentarios | Enlace
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