VELOCIDAD DE ESCAPE
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2009-06-14
Un libro lleno de sentido común. Un libro plenamente descriptivo de lo que acontece en aquellas ocasiones en que realizando una tarea perdemos la noción del tiempo y nos sentimos plenos.
No tanto un libro de cómo alcanzar ese estado. Realmente es sobre todo un libro descriptivo y clarificador de las situaciones o procesos implicados en el estado de "flujo". Da pistas acerca de cómo lograr o plantear una vida plena en función de ese estado de flujo pero no es realmente muy exhaustivo en este sentido dado que como digo, se ocupa más de clarificar o aclarar qué es dicho estado y cuales son sus características.
Por mi propia experiencia, sé que ese estado existe. Conozco gente que me ha descrito ese estado. Yo mismo lo he vivido, y es desde luego una meta maravillosa de lograr. No es fácil, desde luego. La prisa de la vida diaria no nos deja un momento para aclarar nuestras prioridades, nuestros deseos màs íntimos. E incluso en ocasiones nos sumergimos en la vorágine para no tener que pensar, para no tener que sufrir la ansiedad que genera la entropía de nuestra vida. También conozco gente de esta condición, constantemente activos en fiestas, citas, comidas, deportes, sin un momento para la quietud, para el respiro. Yo mismo pasé por una etapa así.
Parar es duro. Pero ha de hacerse. Pasar de la constante actividad a la reflexión sobre la propia vida es duro. Pero es necesario. Entronca en su parte final con las obras de Stephen R: Covey sobre la necesidad de la existencia de un propósito o meta que dirija la propia acción.
Recomendable, aunque esperaba más.
FLOW, de Mihaly Csikszentmihalyi (Libro 1008)
Un libro lleno de sentido común. Un libro plenamente descriptivo de lo que acontece en aquellas ocasiones en que realizando una tarea perdemos la noción del tiempo y nos sentimos plenos.
No tanto un libro de cómo alcanzar ese estado. Realmente es sobre todo un libro descriptivo y clarificador de las situaciones o procesos implicados en el estado de "flujo". Da pistas acerca de cómo lograr o plantear una vida plena en función de ese estado de flujo pero no es realmente muy exhaustivo en este sentido dado que como digo, se ocupa más de clarificar o aclarar qué es dicho estado y cuales son sus características.
Por mi propia experiencia, sé que ese estado existe. Conozco gente que me ha descrito ese estado. Yo mismo lo he vivido, y es desde luego una meta maravillosa de lograr. No es fácil, desde luego. La prisa de la vida diaria no nos deja un momento para aclarar nuestras prioridades, nuestros deseos màs íntimos. E incluso en ocasiones nos sumergimos en la vorágine para no tener que pensar, para no tener que sufrir la ansiedad que genera la entropía de nuestra vida. También conozco gente de esta condición, constantemente activos en fiestas, citas, comidas, deportes, sin un momento para la quietud, para el respiro. Yo mismo pasé por una etapa así.
Parar es duro. Pero ha de hacerse. Pasar de la constante actividad a la reflexión sobre la propia vida es duro. Pero es necesario. Entronca en su parte final con las obras de Stephen R: Covey sobre la necesidad de la existencia de un propósito o meta que dirija la propia acción.
Recomendable, aunque esperaba más.
Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 1 Comentarios | Enlace
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