VELOCIDAD DE ESCAPE
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2009-05-06
¿Se puede sentir nostalgia de un pais que no es el tuyo propio? ¿se puede tener añoranza por unos lugares en los que apenas estuve un año? ¿o es la memoria, siempre tan traicionera, que nos hace recordar aquel tiempo de manera más agradable de lo que en realidad nunca fué? Aún hoy, después de tantos años, los dias lluviosos y la hierba fresca y verde hacen que mi cabeza se dispare hacia el pasado, hacia aquella época.
Luego volví en alguna otra ocasión a Inglaterra, y tengo que decir que siempre fué bastante placentero. Por vocación intelectual siempre me he considerado anglófilo. Imagino que el hecho de estudiar inglés como segunda lengua desde la infancia tiene algo que ver. Quién lo sabe.
Posteriormente, la lectura de diferentes obras que en algunos casos de manera directa y en otros de manera tangencial, trataban aspectos de la historia, la politica y la sociedad Inglesa, me han hecho consciente de su idiosincrasia única, su democracia con siglos de antiguedad, su particularidad dentro de la historia europea, su carácter esencialmente insular, y ¿porqué no reconocerlo? aislacionista e imperial.
Siempre he pensado que aquel tiempo que estuve en inglaterra fué una de las épocas más felices de mi vida. Y cuando lo recuerdo, me doy cuenta entonces de que la felicidad no tiene nada que ver con poseer más o menos dinero, más o menos comodidades. Mi alojamiento era un cuartucho infecto en el centro de Londres, con baño y ducha compartidos en la segunda planta. Mi trabajo un ejercicio diario de gimnasia halterofílica absolutamente extenuante, del que libraba solamente los miércoles, y rodeado del lumpen de aquella sociedad: emigrantes y demás ralea (de la que por supuesto, soy consciente, formaba parte), pero sin embargo siempre lo recuerdo con añoranza. No recuerdo haberme sentido en toda mi vida tal y como me sentía allí, en aquella época.
En visitas posteriores la situación, al menos en lo que al peculio se refiere, era más boyante, y el ambiente otro. El condado de Wiltshire, la casa de campo de Noreen y Jonathan Busher, muy cerca, la catedral de Salisbury, zona de clase alta inglesa, Bath, la campiña Inglesa con deliciosos Cottages, jugando al golf, en la puerta aparcado el Aston Martin, y al lado las caballerizas. Levantarse a mear por la mañana y ver correr los ciervos por la ventana. Y de nuevo aquel carácter inglés. Flemático, Calvinista, monetarista, individualista, positivista, meritocrático, positivo y confiado a la fuerza de los propios recursos.
Si pudiera elegir un pais para vivir, lo tengo claro, sería Inglaterra.
NOSTALGIAS FORÁNEAS
¿Se puede sentir nostalgia de un pais que no es el tuyo propio? ¿se puede tener añoranza por unos lugares en los que apenas estuve un año? ¿o es la memoria, siempre tan traicionera, que nos hace recordar aquel tiempo de manera más agradable de lo que en realidad nunca fué? Aún hoy, después de tantos años, los dias lluviosos y la hierba fresca y verde hacen que mi cabeza se dispare hacia el pasado, hacia aquella época.
Luego volví en alguna otra ocasión a Inglaterra, y tengo que decir que siempre fué bastante placentero. Por vocación intelectual siempre me he considerado anglófilo. Imagino que el hecho de estudiar inglés como segunda lengua desde la infancia tiene algo que ver. Quién lo sabe.
Posteriormente, la lectura de diferentes obras que en algunos casos de manera directa y en otros de manera tangencial, trataban aspectos de la historia, la politica y la sociedad Inglesa, me han hecho consciente de su idiosincrasia única, su democracia con siglos de antiguedad, su particularidad dentro de la historia europea, su carácter esencialmente insular, y ¿porqué no reconocerlo? aislacionista e imperial.
Siempre he pensado que aquel tiempo que estuve en inglaterra fué una de las épocas más felices de mi vida. Y cuando lo recuerdo, me doy cuenta entonces de que la felicidad no tiene nada que ver con poseer más o menos dinero, más o menos comodidades. Mi alojamiento era un cuartucho infecto en el centro de Londres, con baño y ducha compartidos en la segunda planta. Mi trabajo un ejercicio diario de gimnasia halterofílica absolutamente extenuante, del que libraba solamente los miércoles, y rodeado del lumpen de aquella sociedad: emigrantes y demás ralea (de la que por supuesto, soy consciente, formaba parte), pero sin embargo siempre lo recuerdo con añoranza. No recuerdo haberme sentido en toda mi vida tal y como me sentía allí, en aquella época.
En visitas posteriores la situación, al menos en lo que al peculio se refiere, era más boyante, y el ambiente otro. El condado de Wiltshire, la casa de campo de Noreen y Jonathan Busher, muy cerca, la catedral de Salisbury, zona de clase alta inglesa, Bath, la campiña Inglesa con deliciosos Cottages, jugando al golf, en la puerta aparcado el Aston Martin, y al lado las caballerizas. Levantarse a mear por la mañana y ver correr los ciervos por la ventana. Y de nuevo aquel carácter inglés. Flemático, Calvinista, monetarista, individualista, positivista, meritocrático, positivo y confiado a la fuerza de los propios recursos.
Si pudiera elegir un pais para vivir, lo tengo claro, sería Inglaterra.
Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 4 Comentarios | Enlace
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Comentarios
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"Si pudiera elegir un pais para vivir,..." ¿y no puedes? |
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Se me han adlentado. Joma, UK está en la UE, lo tienes fácil. |
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Estooo. Una hipoteca en España es suficiente. Por no hablar de familia y amigos.
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