VELOCIDAD DE ESCAPE
Inicio > Historias > SIMPLEMENTE TRANSIGES
2009-04-20
Uno transige normalmente con cosas que no debería transigir pero que no hacen la vida tan suficientemente incómoda como para evitarlo o rebelarse, según el talante de cada uno. Así que simplemente las soportamos como soportan los elefantes a los mosquitos. Sabiendo que son molestos pero que no pueden penetrar suficientemente en la piel como para hacer daño.
Uno transige con la mala educación de los amigos. Soportas que te llamen imbécil, que libremente te insulten sin recibir rechistar ni ser triplemente ofensivo como puede uno serlo. Y cuando intentas ser mínimamente asertivo, encima se molestan, se cabrean. Sencillamente porque son amigos. Cualquiera me puede decir que en ese caso no son amigos. Y yo supongo que de alguna manera también somos insultantes con ellos y que de alguna forma también nos aprovechamos cuanto podemos de ellos. Al fin y al cabo ¿qué es una amistad sino dos que se maltratan con aquiescencia mutuamente?
Uno transige con la hipocresía. Y no hay más hipócrita que uno mismo a poco que se sea sincero. No hay más hipócresía que la que existe en aquel que la soporta en los demás sin pestañear. Nos consideramos a nosotros mismos educados, o corteses, y lo que realmente somos no tiene nada que ver con ello. Al primer atisbo de impostura, de amabilidad fingida, de gélida calidez, uno debe, o bien reir a carcajada limpia. o bien sencillamente mandar a tomar por culo a nuestro interlocutor.
Así, sin paños calientes ni preámbulos.
Y uno transige finalmente con la intransigencia.
Soportas que te llamen indocumentado, inculto, comunista, fascista, no merecedor del aire que respiras por el simple hecho de pensar en las cosas que piensas.
Y así, de intransigencia en intransigencia, uno pasa la vida.
SIMPLEMENTE TRANSIGES
Hay cosas con las que uno simplemente transige. No le molestan, o al menos no lo suficiente como para encolerizarle. Simplemente están ahí. Como cuando llueve. Uno no se cabrea con las nubes cuando llueve. Es absurdo perder energía con algo que es despectivamente indiferente a las propias emociones. En esa tesitura pues, uno transige.Uno transige normalmente con cosas que no debería transigir pero que no hacen la vida tan suficientemente incómoda como para evitarlo o rebelarse, según el talante de cada uno. Así que simplemente las soportamos como soportan los elefantes a los mosquitos. Sabiendo que son molestos pero que no pueden penetrar suficientemente en la piel como para hacer daño.
Uno transige con la mala educación de los amigos. Soportas que te llamen imbécil, que libremente te insulten sin recibir rechistar ni ser triplemente ofensivo como puede uno serlo. Y cuando intentas ser mínimamente asertivo, encima se molestan, se cabrean. Sencillamente porque son amigos. Cualquiera me puede decir que en ese caso no son amigos. Y yo supongo que de alguna manera también somos insultantes con ellos y que de alguna forma también nos aprovechamos cuanto podemos de ellos. Al fin y al cabo ¿qué es una amistad sino dos que se maltratan con aquiescencia mutuamente?
Uno transige con la hipocresía. Y no hay más hipócrita que uno mismo a poco que se sea sincero. No hay más hipócresía que la que existe en aquel que la soporta en los demás sin pestañear. Nos consideramos a nosotros mismos educados, o corteses, y lo que realmente somos no tiene nada que ver con ello. Al primer atisbo de impostura, de amabilidad fingida, de gélida calidez, uno debe, o bien reir a carcajada limpia. o bien sencillamente mandar a tomar por culo a nuestro interlocutor.
Así, sin paños calientes ni preámbulos.
Y uno transige finalmente con la intransigencia.
Soportas que te llamen indocumentado, inculto, comunista, fascista, no merecedor del aire que respiras por el simple hecho de pensar en las cosas que piensas.
Y así, de intransigencia en intransigencia, uno pasa la vida.
Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 1 Comentarios | Enlace
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://jomaweb.blogalia.com//trackbacks/62754