VELOCIDAD DE ESCAPE
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2008-11-26
Tomando unas cañas con un amigo, que sigue en aquel tema de la consultoría tecnológica del cual yo huí.
A pesar de la crisis, está teniendo su empresa bastante éxito, y dicho éxito no se debe a maravillosas herramientas de gestión, ni a mega-aplicaciones empresariales que te gestionan desde las nóminas, hasta los cafés de la máquina de café, pasando por el cash-flow del departamento financiero, no. La cosa es tan sencilla que casi da risa contarlo.
Su empresa está teniendo mucho éxito vendiendo un pequeño módulo de software que encripta los datos introducidos en una base de datos.
O sea, que tu tienes una serie de aplicaciones que atacan unos servidores de bases de datos, y el cacharrito este se interpone entre la aplicacion y los servidores y todo lo que entra en la BBDD entra cifrado.
Hasta ahí todo bien. Parece algo lógico y bastante sencillo. Pero el golpe viene cuando me explicó porqué estaban teniendo tanto éxito. Lisa y llanamente, porque las empresas tienen mucho miedo de los empleados descontentos, los que se van a la competencia con una copia de la base de datos de clientes y de los que hacen alguna putada justo cuando se enteran de que son despedidos. Y en muchos casos, les han contratado para instalar el cacharrito justo después de haber descubierto con horror que fulanito, antes de irse, se llevó media empresa en su PenDrive.
"No te imaginas las historias para no dormir que nos cuentan los clientes, joma"
Me las imagino, y creo que yo tengo algunas historias sobre bases de datos para contar que sobrepasarían con creces la más desbocada imaginación, aunque imagino que también nos pondría a más de uno en la tesitura de tener que declarar ante un juez, porque dudo mucho que sean historias legales.
Lo que no me cabe la menor duda también, es que uno no puede trabajar pensando que sus empleados le van a traicionar. ¿Porqué temen los jefes una traición? Pues en mi humilde opinión, porque se han puesto en la tesitura de ser traicionados. Por diversos motivos han considerado que el empleado es carne, y en la calle hay mucha carne disponible.
Yo como jefe me tengo que plantear siempre en todo momento, la famosa frase de DeMarco y Lister en su imprescindible libro Peopleware:"[...]el trabajo del gestor de proyectos no es hacer que la gente trabaje, sino construir el entorno en el que trabajar sea posible[...]", que en suma lleva aparejado que el empleado se sienta comprendido y atendido en sus necesidades para rendir al máximo y evitar problemas como estos.
No soy un alma cándida. También sé que pese a intentar lograr ese ambiente, siempre viene algún garbanzo negro que cuando le das la mano no solo se toma el brazo sino que te lo muerde y dice: ¡Ancha es Castilla!, dedicándose a torpedear cualquier avance y encima dedicándose a encizañar a todo el que tenga la desgracia de prestar oido a sus maquinaciones. En suma, sé de sobra que hay gente ruin por el mundo, y en el de la empresa, más, porque los incapaces tienen cierta querencia por reunirse en rebaños a lamerse sus heridas unos a otros y rumiar contra los demás, formando camarillas que instilan veneno poco a poco en las venas de la organización.
Hay gente negativa, que emite mala energía, malas vibraciones, gente tóxica y hay gente positiva. Debemos rodearnos, si es posible, de estos últimos.
Esa es otra de las tareas del jefe de proyectos. Coger esos garbanzos negros y echarlos a la puta calle a tiempo. Como digo una cosa digo la otra. Si poniendo de nuestra parte para lograr que el empleado se sienta cómodo, encima tiene los bemoles de quejarse, rebelarse y pegar dentelladas, o robar una base de datos, y largarse, la culpa es nuestra por no haberle pegado la patada en el culo mucho antes. Evitar esta gentuza es una tarea primordial para " construir el entorno en el que trabajar sea posible".
TOXICIDAD PERSONAL
Tomando unas cañas con un amigo, que sigue en aquel tema de la consultoría tecnológica del cual yo huí.
A pesar de la crisis, está teniendo su empresa bastante éxito, y dicho éxito no se debe a maravillosas herramientas de gestión, ni a mega-aplicaciones empresariales que te gestionan desde las nóminas, hasta los cafés de la máquina de café, pasando por el cash-flow del departamento financiero, no. La cosa es tan sencilla que casi da risa contarlo.
Su empresa está teniendo mucho éxito vendiendo un pequeño módulo de software que encripta los datos introducidos en una base de datos.
O sea, que tu tienes una serie de aplicaciones que atacan unos servidores de bases de datos, y el cacharrito este se interpone entre la aplicacion y los servidores y todo lo que entra en la BBDD entra cifrado.
Hasta ahí todo bien. Parece algo lógico y bastante sencillo. Pero el golpe viene cuando me explicó porqué estaban teniendo tanto éxito. Lisa y llanamente, porque las empresas tienen mucho miedo de los empleados descontentos, los que se van a la competencia con una copia de la base de datos de clientes y de los que hacen alguna putada justo cuando se enteran de que son despedidos. Y en muchos casos, les han contratado para instalar el cacharrito justo después de haber descubierto con horror que fulanito, antes de irse, se llevó media empresa en su PenDrive.
"No te imaginas las historias para no dormir que nos cuentan los clientes, joma"
Me las imagino, y creo que yo tengo algunas historias sobre bases de datos para contar que sobrepasarían con creces la más desbocada imaginación, aunque imagino que también nos pondría a más de uno en la tesitura de tener que declarar ante un juez, porque dudo mucho que sean historias legales.
Lo que no me cabe la menor duda también, es que uno no puede trabajar pensando que sus empleados le van a traicionar. ¿Porqué temen los jefes una traición? Pues en mi humilde opinión, porque se han puesto en la tesitura de ser traicionados. Por diversos motivos han considerado que el empleado es carne, y en la calle hay mucha carne disponible.
Yo como jefe me tengo que plantear siempre en todo momento, la famosa frase de DeMarco y Lister en su imprescindible libro Peopleware:"[...]el trabajo del gestor de proyectos no es hacer que la gente trabaje, sino construir el entorno en el que trabajar sea posible[...]", que en suma lleva aparejado que el empleado se sienta comprendido y atendido en sus necesidades para rendir al máximo y evitar problemas como estos.
No soy un alma cándida. También sé que pese a intentar lograr ese ambiente, siempre viene algún garbanzo negro que cuando le das la mano no solo se toma el brazo sino que te lo muerde y dice: ¡Ancha es Castilla!, dedicándose a torpedear cualquier avance y encima dedicándose a encizañar a todo el que tenga la desgracia de prestar oido a sus maquinaciones. En suma, sé de sobra que hay gente ruin por el mundo, y en el de la empresa, más, porque los incapaces tienen cierta querencia por reunirse en rebaños a lamerse sus heridas unos a otros y rumiar contra los demás, formando camarillas que instilan veneno poco a poco en las venas de la organización.
Hay gente negativa, que emite mala energía, malas vibraciones, gente tóxica y hay gente positiva. Debemos rodearnos, si es posible, de estos últimos.
Esa es otra de las tareas del jefe de proyectos. Coger esos garbanzos negros y echarlos a la puta calle a tiempo. Como digo una cosa digo la otra. Si poniendo de nuestra parte para lograr que el empleado se sienta cómodo, encima tiene los bemoles de quejarse, rebelarse y pegar dentelladas, o robar una base de datos, y largarse, la culpa es nuestra por no haberle pegado la patada en el culo mucho antes. Evitar esta gentuza es una tarea primordial para " construir el entorno en el que trabajar sea posible".
Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 1 Comentarios | Enlace
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