VELOCIDAD DE ESCAPE
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2006-03-14
Dejado eso aparte, ese minúsculo grupo de personas, entre las que me encuentro, cada vez dependemos más de la red para nuestro trabajo.
Yo apenas recuerdo cómo era mi trabajo antes de tener acceso a la red, y lo que es peor no sé si he mejorado o empeorado. En algunos aspectos podría decir que mi calidad de vida ha descendido porque ahora me encuentro con una avalancha de información que me provoca una gran insatisfacción interna.
De modo que ahora utilizo el correo de Google además de su buscador web y de escritorio, veo y subo fotos en Flickr, escribo textos con Writely, realizo sencillas hojas de cálculo con iRows, edito imágenes con Pixho, llevo mi lista de tareas con TA-DA List y leo mis RSS Feeds con Bloglines.
Esto solamente un ejemplo de las muchas aplicaciones que utilizo casi a diario, lo cual me lleva a dos reflexiones: la primera, que no me equivoqué cuando aposté por el desarrollo de aplicaciones centradas en el navegador para intranets corporativas como modo de vida. El tiempo me ha dado la razón a lo que en principio solamente fué una corazonada. El navegador es la aplicación definitiva que sustituirá a todas las demás con el correr del tiempo. Lo cual si se mira desde cierta óptica no es más que una vuelta a los antiguos tiempos de las terminales tontas en fósforo verde y los enormes AS400 sirviendo aplicaciones a toda la empresa. Con la evidente diferencia tecnológica producida con el tiempo, claro está.
La segunda, que cada vez soy (somos) menos autónomo aunque pudiera parecer lo contrario. Solamente de pensar que cualquiera de estos servicios ahora gratuito pretenda cobrarme por lo que ahora solamente me cuesta la tarifa al operador de conexion y los costes de tener un ordenador actualizado y su consiguiente consumo eléctrico, me da un pasmo.
Por muchos de estos servicios pagaría encantado y de hecho lo hago en versiones premium, pero me entra la duda de si realmente podría arriesgarme a depender de tantos factores imponderables.
Por ejemplo, en el caso de las suites tipo Office tendría cubiertas de manera espectacular y con creces las necesidades apenas cubiertas con páginas tipo Writely o iRows. ¿compensa el gasto la independencia? ¿lo compensará en un futuro?
DESCONEXION
La interdependencia con la red se hace cada vez más patente. Vamos a dejar a un lado que tan solo una pequeñísima parte de la población mundial tiene acceso permanente y de calidad a la red. Dejaremos aparte también que dentro de ese grupo solamente una minoría posee los recursos necesarios para conectarse, es decir, dinero para costearse la corriente eléctrica, un PC más o menos competente, línea telefónica y las consiguientes cuotas de la conexion.Dejado eso aparte, ese minúsculo grupo de personas, entre las que me encuentro, cada vez dependemos más de la red para nuestro trabajo.
Yo apenas recuerdo cómo era mi trabajo antes de tener acceso a la red, y lo que es peor no sé si he mejorado o empeorado. En algunos aspectos podría decir que mi calidad de vida ha descendido porque ahora me encuentro con una avalancha de información que me provoca una gran insatisfacción interna.
De modo que ahora utilizo el correo de Google además de su buscador web y de escritorio, veo y subo fotos en Flickr, escribo textos con Writely, realizo sencillas hojas de cálculo con iRows, edito imágenes con Pixho, llevo mi lista de tareas con TA-DA List y leo mis RSS Feeds con Bloglines.
Esto solamente un ejemplo de las muchas aplicaciones que utilizo casi a diario, lo cual me lleva a dos reflexiones: la primera, que no me equivoqué cuando aposté por el desarrollo de aplicaciones centradas en el navegador para intranets corporativas como modo de vida. El tiempo me ha dado la razón a lo que en principio solamente fué una corazonada. El navegador es la aplicación definitiva que sustituirá a todas las demás con el correr del tiempo. Lo cual si se mira desde cierta óptica no es más que una vuelta a los antiguos tiempos de las terminales tontas en fósforo verde y los enormes AS400 sirviendo aplicaciones a toda la empresa. Con la evidente diferencia tecnológica producida con el tiempo, claro está.
La segunda, que cada vez soy (somos) menos autónomo aunque pudiera parecer lo contrario. Solamente de pensar que cualquiera de estos servicios ahora gratuito pretenda cobrarme por lo que ahora solamente me cuesta la tarifa al operador de conexion y los costes de tener un ordenador actualizado y su consiguiente consumo eléctrico, me da un pasmo.
Por muchos de estos servicios pagaría encantado y de hecho lo hago en versiones premium, pero me entra la duda de si realmente podría arriesgarme a depender de tantos factores imponderables.
Por ejemplo, en el caso de las suites tipo Office tendría cubiertas de manera espectacular y con creces las necesidades apenas cubiertas con páginas tipo Writely o iRows. ¿compensa el gasto la independencia? ¿lo compensará en un futuro?
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