2004-12-15
ADIÓS LINUX, ADIÓS (o ¿hasta pronto?)
Era esto, o comprarme un portátil. Y por tutatis que prefería lo segundo.
Pero el bosillo no está para muchas alegrías y no vamos a decir nada de cómo estaremos tras el paso de las Navidades, que quieras o no quieras, entra en la cuenta corriente como un ventarrón otoñal en un portal abierto, dejándolo lleno sólo de hojas y porquería. Como unos auténticos zorros, vamos.
Así que mi "flamante" secundario de la red, un AMD K6 2 con 512 MB de Ram y 40 GB de disco duro, de correr Debian (una Knoppix con las Sources cambiadas apuntando a Testing), ha pasado a ejecutar Windows 2003. El otro, un AMD XP 2600 con 1 GB de Ram y 160 GB de disco es el que uso para programar y demás actividades relacionadas. Es el tótem sagrado. La sala del tabernáculo. El último refugio. El "Noli me tangere". No se toca bajo ningún concepto.
Muchos dirán que con 40 Gigas meto dos particiones, una con linux y otra con windows, ¡ y listo !. Si. Es cierto. Y así estaba funcionando desde este último fin de semana, con un bonito cargador de arranque (LILO) que permitía elegir Linux o Windows. Sin embargo tras hacer un "Windows Update" es imposible iniciar el sistema con Debian. Creo que alguno de los parches de seguridad de Win2003 hace alguna modificación que impide arrancar otra cosa que no sea él mismo.
Si, si. lo sé. Seguro que alguna forma hay de subsanarlo, pero no puedo dedicar más tiempo a eso. Otra vez no. Más no. Sería entrar de nuevo en el círculo vicioso del que precisamente quiero escapar.
Linux se había convertido en un poderoso agujero negro que consumía todo mi escaso tiempo disponible. Su infinita capacidad para seducirte y forzarte a profundizar más y más en los recovecos del sistema es una aspiradora de horas de tamaño industrial. La necesidad de leer cantidades ingentes de documentación para cada mínimo cambio que deseaba realizar, unido a la perentoria, ineludible y siempre postpuesta obligación de dedicar más horas a profundizar y mejorar mi desempeño en diversos aspectos de la programación, han hecho inevitable este desenlace.
Con Linux me ha pasado lo mismo que me pasó en su día con los juegos de Estrategia. Llegó Warcraft, pasé a Command and Conquer, seguí con Warcraft II, Dune, Civilization, Tzar, Imperivm, Warcraft III, Submarine Titans....y en un momento dado eran las 4 de la mañana y yo estaba construyendo casitas y talando árboles. Decidí cortar por lo sano y a lo bestia: todo fuera. Ningún juego he probado desde entonces. Gané tiempo y gané salud.
Del mismo modo haré con Linux. Hasta que haya de nuevo un portátil en mis manos, comprado o regalado, lo que antes suceda, no veré linux corriendo en una máquina de casa.
Y de veras que lo lamento porque me había acostumbrado a usarlo para navegar y leer el correo. Con infantil inconsciencia y con el culo al aire, pero me había acostumbrado.
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