VELOCIDAD DE ESCAPE

2004-03-04

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JAPÓN EN ODISEA

Excelente la serie de documentales dedicados a Japón que están emitiendo por el canal Odisea.

Anteayer hablaron de un síndrome juvenil típicamente japones llamado Hikikomori.
Se trata de una alteración de la conducta en la que el chico o chica se encierra en su habitación y ya no vuelve a salir. No se relaciona ni siquiera con sus padres. El único contacto que tiene con el exterior es cuando le ponen la comida al otro lado de la puerta. No tienen amigos ni se relacionan con nadie de su edad. Dejan de ir al colegio. No necesitan nada más. Dentro de su minúscula habitación lo tienen todo. Equipo de altísima fidelidad, consola de juegos de última generación, televisión por cable...
Y se encierran y no vuelven a salir. Afecta aproximandamente a más de 4 millones de jóvenes en todo japón.

El documental apunta que las causas hay que buscarlas en el muy exigente sistema educativo japonés. Y pone como ejemplo una típica "escuela intensiva". Son clases a las que se acude al salir del colegio para preparar mejor todas las asignaturas. Incluso los fines de semana también se asiste a estas clases. El procedimiento consiste en una clase magistral seguida de unas horas de estudio y al final, un examen.

Hasta aquí, todo normal, la diferencia es que hasta que no apruebas el examen no puedes abandonar la clase y lo tienes que repetir una y otra vez, y solamente en caso de aprobarlo te puedes ir a dormir.
El último chaval se acostó a las dos de la mañana y a las cinco ya estaba de nuevo en pié para otro dia agotador.

Con esto, ¿cómo no se van a encerrar en casa para no salir?.

Lo curioso es que salían dos psicólogos dedicados al tratamiento de dicha alteración conductual, uno japonés y otro afroamericano residente en Tokio, vamos, un Gaijin (extranjero) en toda regla. Hasta en sus terapias se notaban las diferencias culturales.

Mientras el japonés proponía que los padres secomunicaran más con sus hijos, que hablaran con ellos, el americano proponía poco menos que soltarles dos hostias y sacarles de la habitación por las orejas. Lástima que no dijeran cuál era la terapia más efectiva.

El capítulo de ayer por la noche versaba sobre el contraste entre el pasado feudal y la modernidad tecnológica. Y de como diferentes personas compaginan ambas cosas en su vida.

Salía un alto ejecutivo que era miembro de una rama esotérica del budismo realizando rituales de purificación en un bosque mediante el tiro con arco.
Una chica que quedó traumatizada tras el terremoto de Kobe y se "curó" practicando el canto-teatro Noh.
Un taxista que llevaba más de 50 años practicando el baile y cante popular tradicional Kabuki (más alegre y menos clasista que el Noh).
Una ama de casa que la ves tan fragil y tan poquita cosa y luego se tira muchas tardes aporreando los tambores Taiko. Unos tambores tres veces más grandes que ella. Y nada mal, por cierto.

Y lo que más alucinado me dejó fue el departamento de policía de uno de los barrios de tokio. Practican kendo y manejan la espada como auténticos samurais. Aseguran que así pueden atender mejor a los ciudadanos porque descargan la tensión y porque "la espada es como el alma. Si el alma no es pura la espada tampoco lo es"

Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 10 Comentarios | Enlace