VELOCIDAD DE ESCAPE

2003-10-05

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PARANOIA DEL SÁBADO NOCHE

Muchas veces pienso que mi mente realmente vive en mundo alternativo.

Es sábado por la noche y estoy solo en casa una vez más. Mientras media ciudad duerme y la otra media se dedica a saciar sus ansias de ebriedad insitucionalizada. yo entro en una especie de estado onírico en el cual imagino que detrás de todo hay intenciones ocultas.
Actividades inaprensibles para los ojos inadvertidos. Mecanismos invisibles que como un Deus Ex-machina dirigen todos nuestros actos.

Miro una farola y de inmediato imagino los cientos, quizás miles de conexiones necesarias para que en ese instante emita la luz que me permite ver. Centrales nucleares (o eólicas para los más ecologistas), sistemas informáticos que controlan el flujo de la red derivando enrgía allá donde hay más consumo.

Veo la televisión y me imagino a los técnicos en sus consolas encadenando grabación tras grabación. Insertando textos, subtítulos. Imagino al programador que escribió esa literatura arcana y extraña que permitió generar dichos textos sobre la pantalla.

Desde mi terraza veo a los jóvenes que se congregan en la plaza de mi barrio preparándose para salir esta noche y también atisbo mecanismos, esta vez biológicos, que les empujan inadvertidamente hacia la reunión en algún lugar lleno de humo y de altavoces escupiendo una música infernal.

Yo no pienso, como hace Algernon, que el tabaco y las borracheras como método de diversión sean algo execrable. Yo también lo hice.
Creo que todo ser humano tiene derecho a la ebriedad como a lo largo de los siglos lleva haciendo nuestra doliente humanidad para atenuar los sinsabores de la vida. Se manifieste esta en el modo en que prefiera cada alma. Pero siempre personal e intransferible.

Ahora no bebo pero confieso que bebí. Y mucho.
Ahora no fumo pero confieso que fumé. Y mucho también.

No hay mejor explicación que el párrafo inicial de la maravillosa obra de Escohotado, "Historia General de las Drogas":

El señor requiere cosas del mundo, pero no entra en relación con sus penurias sino a través de su siervo, que se ocupa de transformarlo antes. El psiquismo humano depende de aportaciones externas, pero no toca esas materias sino a través del cuerpo, que las metaboliza previamente. Con todo, algunas moléculas no se transforman en nutrición y provocan de modo directo un tono anímico. Desde ojos cartesianos son modalidades de cosa extensa que incumplen la regla e influyen sobre la cosa pensante. A caballo entre lo material y lo inmaterial, lo milagroso y lo prosaico, por el juego de un mecanismo puramente químico ciertas sustancias permiten al hombre dar a las sensaciones ordinarias de la vida y a su manera de querer y pensar una forma desacostumbrada.


Creo que son etapas por las que uno ha de pasar indefectiblemente.
Como también hay que pasar por enamorarse y descubrir que el amor es una de las formas que la hijadeputa de la naturaleza tiene para que nosotros, primates pretendidamente superiores, continuemos danzando la danza de la oxidación de los radicales libres y la combinación del oxígeno, a mayor gloria de la vida.

Ya lo adviritió Schopenhauer:

" el amor e s la forma que tiene la voluntad de vivir de manifestarse y tratar de perpetuar su existencia a través de la unión de los dos sexos en aras de la multiplicación de la especie."

Todo ha sido ya dicho. Pero nadie escucha.

Estupidiario y otras cosas | jomaweb | 7 Comentarios | Enlace